sábado, 15 de diciembre de 2012

Londres

Tras casi un año vuelvo a estos cuadernos. Han sido unos meses extraños; difíciles, de mucha actividad. Cambio de vida, cambio de costumbres, cambio de relaciones, cambio de casi todo. Ya son casi seis meses en Londres.

miércoles, 25 de enero de 2012

Mediocridad

Siempre hubo. Y es inevitable, siempre habrá. Es imprescindible que haya.

Convivimos. Reparo en ajenas mediocridades, intento encender la luz que nos guíe pero la necedad es persistente.

Comparamos. Insisto sobre el valor de lo bien hecho; pero el adocenamiento arrolla.

Compartimos. Argumento contra la vulgaridad pero el simplismo decide.

Lo sabemos. Nos ciega la zafiedad y nos guía el egoísmo.

Callamos. Reconocemos ajenas ignorancias; pero nos reafirmamos en nuestra incivilidad.

Siempre hubo mediocridad; cada tiempo tiene las suyas; quisiera poder mantener una oposición firme hasta el final.

martes, 24 de enero de 2012

Recuerdos

Desde pequeño me han gustado las celebraciones; también los regalos, tanto darlos como recibirlos.

Recuerdo las nocheviejas de mi infancia, primos, tíos, abuelos, entran en casa entre voces, ruido de televisión, interminables partidas de cartas, mi primer cigarro a escondidas.

Recuerdo un primer cumpleaños fuera de casa, invitación de un amigo "pudiente", recuerdo exactamente el lugar, que ya no existe, lo estoy viendo. Recuerdo los cumpleaños, los de mis hermanos, los de mis padres, los de mis muchos primos, los de mis muchos tíos.

Recuerdo las bodas de plata de mis padres, recuerdo el lugar, ya no existe, lo sigo viendo.

Recuerdo bodas, bautizos, aniversarios. La familia, los amigos. Me alegro de no haber sido cicatero, de haberme unido a casi todas. Decenas y decenas de celebraciones, cientos de regalos, miles de besos y abrazos.

Recuerdo las noches de reyes, todas. Recuerdo las de mi infancia; el tapón de corcho beso de baltasar; la pesada bicicleta BH de segunda mano. Recuerdo las de otras infancias, recuerdo todas.

No recuerdo los detalles, confundo unas celebraciones con otras, confundo los años, confundo la gente, mezclo los regalos. No recuerdo cuándo mi pelo cambió de color, no recuerdo cuándo me hice mayor, no recuerdo cuándo envejecieron los que caminaban conmigo. No recuerdo casi nada. Pero todo bulle aquí dentro. Todo un tesoro que guardo con codicia y que crece día a día.

domingo, 22 de enero de 2012

Los sueños de Akira Kurosawa



La poesía surge cuando menos lo esperas. Y confirmas que lo es cuando, tras unos instantes de desconcierto, el corazón se inquieta y la razón se desentiende.

La película de Kurosawa relata sus sueños y lo hace de manera tal que emociona.

De muestra el fotograma que da entrada al mundo de Van Gogh; y uno de los sueños, en Youtube, "la alameda de los melocotones".

http://www.youtube.com/watch?v=g23U0x6_v0g