sábado, 2 de marzo de 2024

Epílogo

Todas estas noches al encender el ordenador, misterios de la informática, aparecía en pantalla una foto de mi madre, una foto que no sabía cómo había llegado hasta ahí. La foto no era buena, pero era ella. Y todas las noches yo le decía: “hola Anamary, cómo estás”; pienso que me respondía.

Se entenderá ahora mi empeño en escribir a diario.

Ayer quise averiguar la fecha de la foto, creo que era diciembre del 22; al jugar con ella la foto ha desaparecido; la informática sabe lo que se hace, sabe cuando llega el final.


Esta mañana, tumbado en las blancas arenas caribeñas, he visto una y otra vez unos videos de mi madre del año 22. He llorado de risa, literalmente.

Por fortuna no  puedo colgar los vídeos, hoy me reservo todo el disfrute para mi solo. Pero tengo algo mejor, unos pocos  fotogramas que he sacado de los vídeos. Ahí van.


Te dedico este blog Ana María, con todo mi amor. Y con lágrimas de emoción.



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PD. No había acabado de colgar esta última foto cuando me han llamado por los altavoces del aeropuerto. Me cambian a primera, asiento 2F. La luz que se apagó cuando salía de casa.














Isla Mujeres

En Cancún también escasea el agua. Un problema serio con el que quizás pronto nos encontremos en Europa.  

Hoy voy a ser breve. De Cancún en ferry a Isla Mujeres. Un día de playa. 


Isla Mujeres. Lo mejor, el nombre


Por el camino a la playa, sorpresa, un cementerio, el de la isla, de los que yo buscaba. Ahí van dos fotos. 























Un chapuzón, una cervecita oyendo música en directo y a las  4:30 de vuelta. Comida en una marisquería y al aeropuerto.


En coche hasta el ferry y luego hasta el aeropuerto con Alfredo. Un auténtico caballero. Hemos hablado y hablado, un placer; tiene 45 años, una hija de 22 que acaba Turismo y un chaval algo menor que estudia Derecho.

Y es que por la mañana me dejé las gafas de sol en su coche y eso une mucho; me las llevó al hotel en el que había dejado la mochila; no pudo por menos que quedar conmigo para traerme al aeropuerto, donde escribo; todo muy justo porque a las 8 tenía que dejar el coche a un compañero. Un saludo amigo Alfredo, ¡que le vaya bonito!



Y con esto acabamos. Bueno, falta el epílogo. A ver si me animo antes de subir al avión. Gracias a mis seguidores. Yo sé que pocos pero también sé que selectos y agradecidos. Nos vemos.



Adios caribes, adios México. Hasta la próxima



viernes, 1 de marzo de 2024

Apuntes olvidados

 A lo largo del viaje voy tomando notas que voy usando para mis cuadernos diarios. Hay cosas que no he podido o no he sabido incluir en el día a día y que me parece que pueden tener interés. Aquí están recopiladas.

  • La escasez de agua es un gran problema en muchos sitios. En el hotel de Oaxaca había un caldero en la ducha para que se reutilizase el agua (el agua fría que sale antes de salir caliente, decían). El agua de los grifos en general no surte, gotea. Hay mil ejemplos. 


  • Españoles pocos pocos, franceses muchos, como siempre. Canadienses, alemanes, americanos, bastantes. Orientales, ni uno.
  • El pueblo de México es un pueblo importante. Soy consciente de que me ha faltado hablar de algunos ilustres como Pancho Villa o Emiliano Zapata. Para una próxima edición. Incluiré también a Cantinflas. Sobre Buñuel ya veremos.
  • Abarrotes cada diez metros, “los chinos” todavía no han llegado aquí. 
  • Monte Alban, después de visitado alguien dijo lo mejor que se podía decir del lugar: "majestuoso", dijo, una montaña aplanada para hacer una ciudad, majestuosa.
  • Alguien durante el viaje comparó un domingo en Tulum (abajo de Cancún, ruinas muy reconocidas) con Disney World. Algo parecido oí de Tenochtitlan (Ciudad de Mexico) ¿Es que nadie puede poner remedio a estas barbaridades?
  • Durante este viaje las dos culturas más referidas han sido Mayas y Zapotecos. Las otras grandes don Olmecas, Mixtecos y Aztecas. Cada uno con sus tradiciones, su cultura, sus lenguas. 
  • Sobre todo grupos de chavales, se me acercaban diciéndome “hello”, yo les respondía en español y había algo que los desubicaba. Un americano que habla bien español, aunque no tanto, no como nosotros, no se lo creían. Luego, como locos, como niños.
  • México limita al norte con los estados de California, Arizona, Nuevo México (manda c.) y Texas.
  • A todos nos suenan muchos de los estados de México, pero no somos conscientes de ello: Yucatán, Tabasco, Jalisco, Sonora, Durango, Veracruz, Chiapas, Puebla… Ahora también Oaxaca, Campeche, Zacatecas. Lo mismo con las ciudades: Monterrey, Acapulco, Chihuahua, Cancún,Guadalajara, Tijuana, Ahora también Mérida, Valladolid,Oaxaca, Tuxtla.
  • Por todo México, al menos en el sur, hay lo que llaman Haciendas convertidas en hoteles. Tienen un estilazo. Apetecería venir veinte días como quien va de paradores. Atrae.
  • Reordatorio: aquí no se coge nada; tampoco se toma. Si se toma, uno se emborracha; si se coge, uno es afortunado.
  • A la orden patrón…me lo han dicho más de una vez. Tenía ganas de volver a oir cosas de este tipo…
  • Nada que ver con México,pero se me quedó en el tintero. Para lectoras italoparlantes. Un dicho en italiano que me gustó: “Votta a petrella e anasconde a manella”. El clásico "tirar la piedra y esconder la mano", pero con rima. No me digan que no suena bien.
  • Una seguidora entusiasta me dijo: “claro, es que las emociones también cansan”. Y mucho, añado.
  • Ejido: en tiempos de revolución se repartieron las tierras. Esos derechos se han heredado y aún hoy en día parece ser que hay más de dos millones de ejidatarios “humildes”, propietarios de terrenos (por ejemplo en Celestum o junto a ruinas como las de Uxmal) con los que, por cierto, muchas veces pueden hacer bien poco (qué raro)
  • Propina en México: me dijeron que casi obligatorio. En la cuenta te dan a elegir cuánto quieres dejar: 10%, 15 %, no menos. Copiar esto de los yankis y beber tanta cocacola dice poco en su favor.
  • Para los curiosos. Estas tres semanas me han supuesto unos 3.000€ (avión 1.000). Como siempre: el hotel pesa, si en vez de uno son dos se podría quedar en 2.500 €.
  • Imagino que mis seguidores habrán echado en falta literatura en estos Cuadernos mexicanos. Pues ahí va.
Sepase que leer sí he leido. Cierto es que el año pasado en Colombia me enganché con los escritores colombianos y aquí no me ha pasado lo mismo. Ayer, en una librería, el librero me dijo que el prefiere el resto de escritores latinos, antes que los mexicanos. Yo no me atrevo a decir tanto. 
    • He leído a  Villoro, traje el libro conmigo. No pude con él. Creo que escribe bien pero no puedo.
    • He descubierto a alguien ya conocida en España, Ángeles Mastreta, me ha parecido extraordinaria. El libro lo compré aquí.
    • Con Carlos Fuentes lo he intentado, me traje un libro. Sin éxito. Ni dudo de que escribe bien.
    • Compré uno de Villalobos, leído, rompiendo barreras, no me va.
    • He comprado otros libros. El que acabo de empezar, de Isabel Zapata, 40 años tiene, creo que me va a gustar. Tengo otros de Edmundo Valdés y Mariano Azuela, son del siglo XX.
    • Recuerdo con agrado a Sergio Pitol, al que he releido no hace mucho, y a Ibarguengoitia, al que tengo que  volver a leer.
    • He identificado otros notables, actuales, a los que quizás algún día lea: José Agustín y Benítez.
    • No he podido con el nóbel, con  Octavio Paz. No lo cazo.
    • Sor Juana Inés de la Cruz. Leída y recitada. Soberbia. Vale por todos, mexicanos y no mexicanos. Siglo XVII.

Durante el viaje para desatascar he leido  una policiaca, de mi apreciada Donna Leon. Qué gran invento los libros electrónicos y las bibliotecas públicas que los facilitan. Y he leido "maya" hasta aburrir, pena que se me olvide todo.




Otra biblioteca



Yo no me llevé nada, lo juro. Esto estaba
 en la biblioteca del Museo de las Culturas, 
donde había más de 10 incunables...



Y eso es todo por hoy.











Adiós Oaxaca


Me apetecía acercarme a otro cementerio y no me ha salido bien. Sin interés, desasistido, por no haber no había ni cipreses; quizás es que no tengan un árbol que se enraíce verticalmente como el ciprés; lo adecuado para los cementerios, por aquello de no tocar las narices a los difuntos. 


Este va a ser un día de patear la ciudad, además me regalaré una buena comida, por la tarde quedaré “en un pub” con mis nuevos amigos y un poco después a disfrutar de la vida de zócalo. El final perfecto sería irse de mezcales, hay en Oaxaca una notable vida nocturna, muchos locales y muy apetecibles; pero va a ser que no…



Siempre, roja y verde


Visito la casa donde vivió Juárez. No se nos olvide que Oaxaca es el estado, pero la ciudad es “Oaxaca de Juárez”. Aquí todo es Juárez. 

También Porfirio Díaz nació en Oaxaca. Era militar, fue presidente de México casi 35 años a finales del XIX principios del XX. Revolucionario convertido en dictador del que no sé demasiado pero siempre estuvo del lado de los poderosos. Benito Juárez era jurista y fue presidente de México en varias ocasiones entre 1858 y 1872; otras inquietudes, educación, integración indígena, búsqueda de la igualdad, respeto por la libertad….en fin, otro talante. Habrá que aprender algo más de él, creo que lo merece.


Visito varias salas de exposiciones. Oaxaca tiene una historia reciente muy relevante en torno a la creación artística (pintura, escultura) y se nota. Una verdadera pena que el museo de arte contemporáneo estuviese cerrado; lo mismo que el instituto de artes gráficas del que también tenía buenas referencias. 

El Museo de las Culturas y el Templo de Santo Domingo los dejo para mañana, son plato fuerte. Y lo que hago es lo que dije, patear. 


Tengo la sensación de como cuando en Córdoba te asomas a los patios para ver qué es lo que allí se esconde. Aquí también son todo “como patios”. Sea una mezcalería, una biblioteca pública, un restaurante, una librería, una tienda de ropa indígena, una cafetería, un hotel, un abarrote, todo son patios. Empiezo a hacer fotos y no paro. Es lo de menos, lo importante es esa agradable impresión que uno tiene curioseando detrás de cada puerta (abierta, siempre abierta). 

Y como en México se come a todas horas y se come de todo y se come en abundancia, yo me uno de vez en cuando a la fiesta y me regalo por ejemplo un desayuno cojonudo en un hotelito delicioso que me cruzo en mi caminar; y me meto en un café que también es librería y me tomo mi machiato (así le dicen al cortado, italiano)  y me compro mi librito; y en una panadería me pido un croissant y saco el ordenador y me pongo a escribir con verdadero placer. 

Y tras otra puerta una exposición, y en la de al lado una tienda de playeras donde compro camisetas (que así me las llaman estos “chingaos”). 



Y como ya es hora de comer me voy a “Los danzantes”. Palabras mayores. Ahí va el enlace para que se curiosee el menú.


https://losdanzantesoaxaca.com.mx/


Me pido Zanahoria XX y Tlayuda XX (búsquese en la carta), veanse las fotos. Como estoy que lo tiro, después de la cervecita me pido un vino mexicano (tempranillo y cabernet, la verdad que rico). A mi eso de los jugos con la comida me cuesta, aquí es lo que casi todos beben (dos francesas se libran, beben vino como yo, tienen que ser francesas…). Primer y único vaso de vino que he bebido en tres semanas; y con estos precios se entiende (el vasito era un 30% de la comida).




Zanahorias....se mire como se mire.

Tlayuda oxacana





















Ha habido siesta, “pa menos”. Y cerveza con Fran y Collin. Me he llevado el ordenador y me he sentado a escribir, primero  en una terraza, luego en un café. Así salió el artículo de ayer, a base de drogas. Y música, una banda de las de toda la vida tocando valses y una tuna como las nuestras cantando clavelitos. 


Acabo de escribir todo esto en el aeropuerto, Ahora lo sigo haciendo en el avión que me lleva a Cancún. Al final solo voy a estar un día en Cancún y ayer pensé que ya está bien de ruinas, que toca playa. Así va a ser. 


Esperando a embarcar y tomando un café veo que mi joven vecina está trabajando, estudiando, haciendo ejercicios; no puedo por menos de interrumpirla: ¿matrices? Sí me dice; a mi se me daban muy bien, me gustaban; a mi vaya vaya, una me salió, esta me cuesta… Está estudiando una rama de ingeniería. Enfrente su madre. Hablamos de España y de Oaxaca. De España solo Madrid y Barcelona, bueno, y Toledo, que es un barrio de Madrid… En el 2020 hizo un tour de esos maratonianos por toda Europa. Pero lo mejor fueron las fechas. La semana del 8 de marzo estaba en Italia, las ciudades se iban cerrando detrás de ella (el virus, ¿recuerdan?). De España salió en su vuelo a México el 14 de marzo; un día más y quizás habría conocido a Abigail, que así se llama, en España…

Va con dos hijos a pasar unos días a Cancún. El hotel en Cancún y un día a una playa y otro día a otra. Y lo que son las cosas, ya me ha resuelto mi día de mañana. Ya lo contaré.


Porque esta mañana, antes de lo que acabo de contar, he recorrido una vez más la ciudad, tenía que despedirme de mi amiga Delia Abigail (ya son tres Abigailes en mi vida), tenía que patear el mercado 20 noviembre, tenía que comprar chile y mole, tenía que probar la Tlayuda en el puesto que me habían dicho… 






Máscara

Una maravilla






Pero antes tocaba museo, el de las Culturas. Hora y media. Es el máximo que me parece aceptable para un museo; si se necesita más se hace en dos veces, opino. Es un gran museo, de ubicación privilegiada, junto al Templo de Santo Domingo, en el exconvento, un edificio notable. Todo muy bien explicado y unas piezas expuestas pura delicia. Especialmente todas las que se sacaron de Monte Alban. Zapateca Zapateca. Una gozada. Y las explicaciones escritas muy entretenidas y con un buen enfoque  histórico, respetuoso con todo lo acontecido desde antes de la conquista. Porque la exposción cubre también el XIX (Juárez etc). Por si fuese poco, una exposición temporal sobre el oficio de tejer que se me ha quedado grabada. Pena de salas cerradas, bien porque nada más abrir éramos cuatro los visitantes.

Y del Templo qué decir. Puro lujo arquitectónico. A este Santo Domingo “de Caleruega“ le tenemos hasta en la sopa. Esta iglesia en particular, una joya. Ah, no se nos olvide la biblioteca, es otra joya.

La biblioteca, única



Chile y más chile


Y cerca del mercado mi amiga Delia. Le he pedido que me dijese dónde comprar el chile y el mole, cuál comprar y cómo prepararlo. Compro Chile del Árbol (seco, para que dure), mole negro (oaxaqueño), dónde, pues donde Delia dice, cómo, ahí he tenido que pedir permiso para grabarla. Y me lo llevo en el móvil, espero que me dejen pasarlo por la aduana. 

Hasta la vista Delia, un verdadero gusto.










La Tlayuda, plato oaxaqueño por excelencia, nada que ver con la de “Los Danzantes”. Estamos en el mercado, lo otro era comida fantasía. Cocina la mujer, el marido me trae una cervecita y se pone a platicar conmigo. La verdadera Tlayuda, dice, solo tiene tres ingredientes: la torta, el asiento y la salsa (la mía era roja).  Incluso la que ellos venden está adulterada: tiene quesillo, aguacate, res y alguna cosilla más (!y, al parecer, esta es de las ortodoxas!). El asiento es lo principal; vaya usted a entenderlo, no me siento capaz de escribirlo: es pura grasa, de cocido, elaborado, muy elaborado. Javier que así se llama mi nuevo amigo, me habla de insectos, sí, alguno que ya me llevo para España, sí, los famosos chicolines, tengo unos pocos que reservo para mis lectores; y el que es más auténtico y caro, dice Javier, la llamada Chicatana: solo salen dos días al año, algo así, vuelan un poco y caen, luego les hacen polvo…



La Tlayuda del mercado


Adiós Oaxaca, tierra de buena gente y de hombre ilustres, ciudad en la que me parece un privilegio poder vivir. Sigue así. Que no se te suba a la cabeza el que se te haya calificado Patrimonio Mundial de la Unesco (de esto me he enterado hoy).




Esto estaba en la exposición "pegar la hebra", sobre el bordado etc.
Me ha gustado mucho y por eso lo traigo, de despedia