viernes, 18 de enero de 2013

La ciudad verde blanca

No es solo agua solo lo que aquí cae.

Dos o tres veces al año la naturaleza da la oportunidad a los habitantes de Londres de sentir los peligros que la nieve puede traer consigo. Y antes de que un solo copo caiga, ya se paran los trenes y el personal, asustado y prudente, como corresponde a un buen inglés, evita toda oportunidad de sorpresa: si puede se queda en casa a trabajar, si trabaja anticipa el regreso, si regresa lo hace con extremo cuidado. Los pueblos y sus gentes son así de diferentes.

GSK House, Great West Road, London-17 enero 2013
Y sigo reflexionando sobre lo efímero, y sobre los paisajes que permanecen y que cambian, y sobre los colores de las ciudades, que de manera pasmosa pero  siempre sorpresiva y  siempre festiva, cambian; y sobre cómo todo esto lo percibimos cada día, y en cada momento del día. Cómo estos jardines  pasan de la espesura a la liviandad, de la oscuridad a la claridad, del verde al blanco, de la calidez a la más bella de las frialdades, la de la nieve.

Royal Crescent Gardens, desde la ventana de casa - 17 enero 2013



1 comentario:

  1. !Asì que vives y trabajas aquì! Me gusta imaginar a Lola y a tì dar paseos por Londres. Ya estais a la mitad de vuestra esperienzia de vida nueva.... un beso desde Padova.

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