domingo, 13 de enero de 2013

Metro y dulces

Este es un acceso al metro en la estación de Holland Park. Como se ve, la estación está llena de sabor, seguro que también de historias. Es pequeñita y gastada, diríase mejor que desgastada; es triste pero supongo que entrañable. Toda la elegancia del barrio, con sus comercios escogidos y sus casas decadentes pero impecables por fuera, se desvanece cuando accedes al metro.  Contraste que no contradicción es lo que abunda en esta gran ciudad que es Londres.



Los dulces también  son una nueva prueba de contraste.  Se encuentran por dondequiera que vas; hoy ha sido en un llamado "festival de hielo", por Canary Wharf, donde artistas armados de sierras eléctricas esculpían en hielo incoloras figuras. Efímero arte donde lo haya. Y siempre que hay una congregación de gente se montan numerosos puestecillos de comida y, cómo no, de dulces, maravillosos dulces que uno no aconstumbra a ver por tierras españolas.

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