Son las seis de la mañana y me siento cansado. Y me gusta. Es una sensación que todo viaje que se precie debe causar. No importa que sea el primer día o las primeras horas de viaje, casi mejor si se empieza cansado.
Es la estación de Entroncamento, la última antes de Lisboa viniendo como vengo desde Madrid Chamartín. Esta vez me olvidaré de la bonita Lisboa, me temo que incluso de sus fados, aunque me prometo intentarlo. Esta vez caminaré por el Alentejo, por el sur de Portugal, a ser posible por el interior. Aunque por aquello de las dificultades ferroviarias he entrado por la región del Ribatejo, región que como su nombre indica, se sitúa en la ribera del Tajo.
Chamartín |
fantásticas macroestaciones de las que disfrutamos. Ya en el tren con los primero turistas, muchos de ellos emigrantes en uno y otro sentido, que van camino de Portugal en este tren nocturno que nada tiene que ver con aquellos míticos trenes compartimentados en los que la charla y las relaciones eran parte indisoluble del viaje.
Diez horas de un sin dormir y aquí estoy, camino de mi primera etapa, el pueblo se llama Tomar.
Cansado, como debe ser |
Ahí vamos, con algo de retraso...
Vaya!,veo que te has animado a escribir tu viaje en solitario.
ResponderEliminarA ver que nos cuentas
Un beso
Ana M
Ésa es la idea de viajar sólo no, conocer gente, sitios, silencios y volver con la cabeza despejada.
ResponderEliminarBuen viaje amigo.
Estupendo Juan Carlos veo que como a mí también te gusta viajar solo es una estupenda forma de relacionarse
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