Minca es un pequeño poblado a 40 kms de Santa Marta. Decir que es bonito sería una frivolidad. Es como un pueblo del oeste, con dos calles que se cruzan, pero con mucho sabor. Hasta no hace mucho nadie iba por allí, la carretera era muy mala y además había problemas con la guerrilla. Pero ahora es un lugar muy vital al que va mucha gente joven, también colombianos.
A primera hora he cogido un pequeño microbús que iba abarrotado, he contado 17 personas. Se tomaba al lado del mercado de Santa Marta, vivo exponente de la vida diaria de esta ciudad que es un hervidero de actividad, de venta ambulante, de pequeños coches que nada respetan y de cientos de motos que se juegan el tipo. Al montar me preguntaba dónde quedó la pandemia que hace solo un año nos tenía atemorizados. Misterios que uno no llega a entender porque imagino que el porcentaje de vacunados por aquí será bajo.
![]() |
Poza Azul. Atención al botiquín |
Me sigue sorprendiendo que la mayor parte de la producción, por encima del 80%, se exporte sin tostar. Así los márgenes se van a los países ricos, como siempre. Lo que no se puede entender es que el gobierno no promueva el que la producción se haga en su totalidad aquí, en Colombia. Me creo que los mercados de materias primas han sido y son fuente de empobrecimiento de los más débiles. Supongo que en España, por ejemplo, también ha sucedido lo mismo en el pasado (pienso en el aceite de oliva y por qué no en el wolframio). No puedo evitar el pensar en que la lana de Castilla en el siglo XVI ya se enviaba a procesar a los Paises Bajos, enriqueciendo a unos y empobreciendo a otros.
![]() |
Un alto en el camino |
Vuelta a la moto, qué gozada, al final me va a gustar, y regreso a Minca para coger el microbús. Tenía interés, incluso ilusión, en llegar pronto a Santa Marta y distraer la tarde en una librería-café que había fichado y que ha estado cerrada estos días atrás. Mi gozo en un pozo. El local era agradable pero baste decir que no he sido capaz de comprar un solo libro y eso que venía decidido. Eran libros de segunda mano y si había alguno que podía merecer la pena, el estado era deplorable. Así que cafecito y manta.
Ducha y paseo final por la ciudad, horriblemente activa. Acabo en el Parque de los Novios; hay que ver que nombre tan bonito. La paz del parque hoy se ha visto rota por la transmisión en un gran pantalla de un mitin del Presidente de Colombia. !Tela! Aquí también van a cambiar la sanidad (y de paso la educación) para ponerla al alcance de los más desfavorecidos. Qué tío, cómo mira a las cámaras y al público agarrando de la manita a su esposa y a su hija.
En fin, como tenía localizado un rincón vegetariano en el que me han atendido primorosamente, el día acabó en las alturas.
![]() |
Ya en el hotel, purito y blog |
Mucha Marta y Santa Marta, no para de repetirse en este viaje, te estarás acordando bien de tu sobrina favorita, ¿eh? Y lo del Parque de los Novios se lo voy a chivar a tu mujer
ResponderEliminarVaya día más bonito!! Otro más y qué bien lo cuenta Vd.... Vaya vaya, vaya lavadora señora 😸
ResponderEliminar