Mientras desayunaba a primera hora en Mi Casa Real (del Cabrero) he pensado en la palabra del día, la de hoy es Chiva, para levantar el ánimo de cualquiera. La foto dice lo que es pero para entenderlo bien mejor pinchar aquí: https://www.youtube.com/watch?v=0SU315P-99I&t=8su.be/0S
Y si de levantar el ánimo se trata nada como mi desayuno de hoy. Solo por la papaya y el mango ya merecería un diez. Si a eso le añades el “jugo de tomate de árbol”, así, como suena, entonces un once. Es un tomate, es como un cítrico, es muy líquido, es muy rico. Todo ello servido, como debe ser. Y además con amabilidad, con sus huevos, su jamón, sus tostas con mermelada y su café colombiano.
Supongo que lo he dicho y escrito en alguna ocasión pero creo seriamente que viajeros del mundo unidos deberíamos hacer serias protestas a los miles de hosteleros que nos han robado el placer del desayuno. Reivindicamos un desayuno justo. El “hágaselo usted mismo” ha encontrado la mayor de las perversidades justo a primera hora del día, cuando nos desayunamos. Cualquier día nos vamos a tener que hacer la cama del hotel, confío que pueda hacerse después de desayunar. Cuantas más estrellas tiene el hotel mayor la perversidad porque te la visten de frutas tropicales inencontrables e insípidas, de una variedad de quesos de supermercado que no hay cuerpo que lo soporte y de revueltos huevinosos teñidos con vegetales que ni el colorido remedia. Yo protesto como puedo, si todo me lo tengo que hacer yo me voy a la cafetería más próxima, donde me sirven, como un señor. Hoy no he tenido que moverme, benditos hosteleros alternativos.
He desayunado como dios. Gracias, digo cuando acabo. Con gusto, me contesta la camarera.
De Santa Marta no se habla bien, una ciudad de paso, dicen, para hacer excursiones a los fantásticos lugares de su alrededor. Nada mejor que anticipar lo peor porque a mi me ha gustado nada más llegar. Se ha redondeado con el hotel. Hoy hemos bajado el precio, que no la calidad, de hecho la habitación es cien veces mejor que las anteriores. Son 26 € la noche, con desayuno servido, veremos qué tal. Akuamarina se llama el hotel. Amabilidad soberbia.
He dedicado la tarde a la lectura y a pasear por la ciudad, también he probado un buen pescadito (ródalo) y un buen salpicón, un buen café, un buen bizcocho de plátano y un buen cigarrito, que ya lo echaba en falta.
Y aquí lo dejamos. Perdón, olvidé decir que la joya nacional es la esmeralda. Hay una plaza en Bogotá en la que todos los días se celebra un mercado abierto de esmeraldas. Se ven decenas de señores con papelinas blancas que contienen esmeraldas de calidades diversas. Es interesante. Dicen que cada día se mueven millones de pesos; digo yo que serán miles de millones porque un millón son solo 200€. No compré, ni buenas mi malas, y mira que me gusta la esmeralda.
Ya se ha ido la familia y, después de recoger la casa, he disfrutado tu día en Santa Marta más tranquila en esta segunda lectura....
ResponderEliminarEl desayuno sí que da envidia 😋😋
Maris, jala de una chiva....hasta la Glorieta, y nos hacemos un fiestón.
ResponderEliminarEsperando....siguiente capítulo "INDI"
Disfruta amigo.