martes, 29 de marzo de 2011

Fuentes Georginas


Este nombre tan sonoro es el de unos baños termales que he visitado. En una de las piscinas el agua alcanzaba tal temperatura que solo los más valientes, como yo, no hay que decirlo, se atreven a meterse; y es que meter solo el pie es impensable, hay que echarle valor y meter todo el cuerpo y quedarse inmóvil como insecto al acecho. Estas Fuentes han estado cerradas unos meses; porque no lo he dicho, pero al poco de erupcionar el Pacaya, otro fenómeno natural de esos que se ceban con estas tierras, "el Ágata", remató la faena y destrozó maravillas como ésta.

A los pies de las fuentes, un pueblo, Zunil, está de mercado. Los agricultores de los alrededores bajan de las montañas en sus "pickups", que así le dicen todos por aquí, y venden lo que cosechan a pomposas empresas con nombres en inglés. Sabe Dios dónde se va la riqueza.

Y de vuelta a Xela, ya anocheciendo, un paseo por la feria de San Bartolomé. Es día domingo y celebran "el tercer viernes de Semana Santa". Y es que aquí la Semana Santa es sagrada. Cada fin de semana de cuaresma es motivo de fiesta. De fiesta y de arrepentimiento. En la iglesia, junto a las barracas, un cartel enorme: "Misericordia Señor, hemos pecado". Yo también peco y me como unos churritos mientras observo a los niños disfrutar en esas barracas primitivas que me recuerdan la infancia.

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