martes, 29 de marzo de 2011

Una de viajeros

Que el mundo está lleno de gente es una obviedad; y que esta gente es diversa es otra obviedad. Con estas premisas no debería sorprender que una canadiense embarazada de cinco meses se embarque en un viaje de dos meses por Honduras, Nicaragua, Salvador y Guatemala; ni que dos guapas lituanas decidan recorrer centroamérica haciendo autostop; ni que una familia de madrileños, novia del hijo incluida, pobrecita, se paseen por libre a través de Guatemala; ni que un grupo de norteamericanos se vengan de voluntarios en sus vacacioes a ayudar a las aldea indígenas a mejorar su sanidad. Pero a mí me sigue maravillando esta diversidad y me emocionan tantas ilusiones repartidas por el mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario