lunes, 4 de febrero de 2019

Escrito en molde. Antofagasta.

“Población flotante”, de Carlo Araya. He leído esta mañana en “La tercera”, un periódico chileno, una reseña sobre este reciente libro. La novela transcurre en un autobús que va desde Santiago hasta Arica (a pocos kilómetros de Perú), el TurBus 3172. El recorrido que estoy haciendo yo. La Compañia 

Turbus es en la que yo estoy viajando.  En internet encuentro una sinopsis: “Un autobús que transporta mineros, cesantes, videntes, turistas (como yo) e inmigrantes, atraviesa la carretera Panamericana con dirección al norte de Chile, pero durante el viaje se cruza con un frente de mal tiempo que pone en jaque su llegada a destino”. 

Yo tampoco podré llegar a Arica. Las carreteras están cortadas.  Suerte si llego a Iquique. Ironías de la vida. 

Bajo en la estación de Antofagasta.Tengo curiosidad por saber la etimología de este nombre. Hay varias, la que más me gusta viene del quechua: “escondrijo de cobre”. Transmite muy bien la fisonomía actual de la ciudad. Esto no lo pudieron prever los primitivos moradores. Lo que de algún modo sí anticiparon es que la región tiene hoy en día casi un 30% de las reservas mundiales de cobre.

Desde el amanecer, corridas ya las cortinas, he podido apreciar la aridez de estas tierras. Inmenso desierto atravesado, entre mar y cordillera, por dos lineas: la Panamericana y la línea de tendido eléctrico. Y si esto no fuera suficiente a medida que nos acercamos a la ciudad el paisaje torna pesadamente minero, de una crudeza y color cobrizo. Seco, muy seco. Impone la naturaleza. 

Nada tiene que ver este desierto con nuestro cercano Sahara y con otros de Oriente Próximo. Aquí, en Atacama, Peter O´Toole se había quedado en minero. Ningún porvenir como Lawrence de Arabia.

En la estación de Antofagasta compro “Mercurio", un periódico con solera, al menos la cabecera (más tarde me he enterado de que ha pasado a no sé qué grupo….vamos que ya no es lo mismo).  Leo un artículo sobre lo que está sucediendo en San Pedro de Atacama. Dice así: “Con respecto a San Pedro la autoridad regional enfatizó que ´lo bueno de los puntos que teníamos activados aguas arriba de alimentación de los del río, cuando nos arrojaron parámetros que teníamos identificados, nos permitió hacer una comunicación a lugares que teníamos predefinidos donde podría haber afectación humana y, en definitiva, los invitamos a retirarse del borde del río` relató. Aseguró que este proceso se realizó de muy buena manera. ´Por lo tanto, al término de las precipitaciones y de este Comité de Estrategia Regional, puedo afirmar que no tuvimos complicaciones que involucren a personas, en cuanto a su integridad física y vida`”.


Como lo he escrito, ni falta ni sobra una coma. Me quedó la situación completamente clara y la decisión a tomar era sencilla. 

Amanece en Turbus

2 comentarios:

  1. Ya de vuelta a casa..yo por lo menos. Ha releerlo con calma.
    Hemos estado en tu librería favorita de Burgos,comprando un libro a Berta, que como no la supongo leyendo esto no se enterara... espero.Mañana es su cumple. La librera del espolón ha reconocido a tu madre como la madre de Juan Carlos. le hemos dicho que estabas viajando por Chile. Te echaba en falta estos días...
    besitos

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  2. I am enjoying reading your blog
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