miércoles, 19 de febrero de 2025

10. Occidente

 Acabo de cenar en una trattoria, muchos uruguayos quieren la ciudadanía italiana, ya son varios los que me han dicho orgullosos que tienen apellidos italianos, estoy leyendo una novela que transcurre en Venecia y entre mis contados seguidores hay italianos. Empiezo a estar celoso. Lo mismo que cuando, al repasar la historia de Uruguay,  observas que esto ha sido un continuo ir y venir de portugueses y españoles. 

Y es que Uruguay es un país muy joven. He preguntado a uno de mis conocidos de hoy (la arquitecta) qué había en Paysandú en el siglo XV. Nada, lo mismo que en el XVI y en el XVII, me ha contestado. Bajaban de más arriba los guaraníes, se pegaban con los charrúas, iban de aquí para allá y su legado más notable quizás sean las lenguas (En Paraguay español y guaraní son idiomas cooficiales). Pero ciudades, donde hoy hay ciudades, entonces no había nada (quizás vacas). Así que cuando comparas países como Uruguay (o Argentin, Brasil, Paraguay etc) con aquellos en los que estuvieron los pueblos maya, inca o azteca es como cuando comparamos Estados Unidos con Europa; no hay color en lo que al legado histórico se refiere.


En el centro de Paysandú


Como ayer anticipé me he desplazado al occidente. Aquí las ciudades son de verdad, pequeñas pero de verdad. Y eso que estamos en temporada baja (es verano y la gente se va a la costa). Paysandú y Salto son conocidas por sus termas, quizás mejor para invierno. Con 35º como hemos tenido hoy, agua calentita la justa, mate incluido (con el café no hay riesgo). Las dos son ciudades modernas, muy extensas, de casas bajas y poco pobladas (menos de 100.000 habitantes). Su riqueza, la ganadería, vacuno y ovino. Me contaba uno de mis conocidos de hoy (digamos Jorge, profesor de historia con el que no he parado de hablar en el viaje entre las dos ciudades) que un estanciero (propietarios de estancias, lease finca de varias hectáreas, hectáreas hay a patadas) medio no baja de diez o quince mil cabezas; y otras tantas ovejas (y ahora también caballos para el consumo; se acabaron los gauchos). 

Sabía mucho de la economía del lugar este profesor, nacido en Artigas y por tanto practicante del portuñol. Por cierto que sus apreciaciones sobre este dialecto coinciden con las del amigo D, el de la óptica de Rivera.


Salto. El río algo alejado de la ciudad 
La otra persona con la que también he aprendido mucho sobre el país (aunque hablando todo el tiempo de mesa a mesa en el restaurante en el que los dos comíamos) era una arquitecta del lugar (Paysandú) y que tenía un enorme conocimiento de España. Su abuelo era de Vitoria (ha dicho Condado de Treviño y no me ha aceptado la corrección de que eso es Burgos; no le falta razón). Hablaba de pueblos y ciudades de España con conocimiento y pasión. Lo contrario de una "pichipollis" que me ha ilustrado (una forma de hablar) sobre el cementerio de Paysandú (Monumento a la Perpetuidad le dicen) y que al decirme que conocía España (Madrid y Barcelona) me hacía unos comentarios inverosímiles sobre el país; algo por cierto bastante habitual, son muchos los turistas que en quince días visitan "toda Europa".  No era el caso de la arquitecta cuyo nombre no sé.


Esta desconocida me ha hecho unos comentarios muy interesantes, por diferentes, sobre Uruguay y sus gentes. Dice que hay mucho triste, mucho deprimido...mucho suicidio en Uruguay; ha llegado a decir que es número 1 en el mundo, no sé, da igual la posición. Cómo puede, decía, ser que una persona "sana" se pase los últimos 20 años de su vida en cama; hablaba de Onetti. También le parece patológico el  estilo, si así se puede decir, de escritores como Benedetti y Galeano. Malos ejemplos para el mundo, malos representantes de Uruguay, venía a decir. No me aguanté, le he preguntado por Mujica; y se ha venido arriba: otro triste, que dejó el país hecho unos zorros, que gastó fortunas para proyectar su imagen en Europa (lo de la imagen es verdad, lo de la fortuna no lo sé). En fin, que viva el optimismo.  Era una mujer culta, con criterio, no se puede uno desentender de lo que me ha dicho.





En Salto me han hecho unas bonitas fotos junto al río Uruguay; de muestra un botón. Es una ciudad bonita, muy habitable. También lo es Paysandú. No es extraño que la gente vuelva: la arquitecta que sueña con España, el taxista Javier que pasó años en Montevideo y desistió, el joven profesor de historia al que los cantos de emigración le parecen de sirena... 








Mañana más y mejor.



Anochece en Salto






12 comentarios:

  1. ¿No buscarán cineastas por esa cuidad?

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    1. Ya te he conseguido dos bolos. De ayudante de tanguero.

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  2. ¿Tienes pensado pasar por Punta del Diablo? Creo que tiene algunas casas de diseño arquitectónico curioso. Por echarle un vistazo, que te veo un poco apagado de espectáculos, mercadillos y comidas en este viaje...

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    1. Quería pero no estoy seguro. Depende de la comunicación que haya desde La paloma, donde voy mañana. Por cierto, identifícate por favor b

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    2. No me lees. Te dije el primer día que era tu cuñado favorito y que no soy capaz de cambiar el nombre por ser analfabeto funcional digital.

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    3. ¡Pues bien que partías el “bacalao”!
      Pincha en la flechita negra de la derecha y donde pone nombre pon el tuyo.

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    4. Ahí te he visto prima. Y a ti cuñao que no te sabía interesado por el diseño arquitectonico. Y es que como tú hay algún otro anónimo que me despista.

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  3. Bonitas fotos. Parece que las últimas etapas dan para un buen relato. Sigue disfrutando 😊

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    1. Verás que te hice caso y cambio recorrido

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  4. Da para mucho un día tuyo.
    ¡Qué buena cualidad esa de dedicarle tiempo al diálogo!
    Muy guapo en las fotos, precioso paisaje, primo.

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  5. Me ha encantado lo que has contado hoy, parece que te ha gustado más y lo has pasado mejor. ahí seguimos

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  6. Unos días mejor y otros menos

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