domingo, 23 de febrero de 2025

14. Punta del Diablo

El nombrecito llama la atención, así que aquí estoy. Cerca de la frontera con Brasil en el Atlántico, cerca de Chuy. Un poco más arriba, pasado el lago Merín, Pelotas, ciudad a la que canté de joven (alguno quizás se acuerde: “en pelotas yo nací, en pelotas moriré etcétera “. Seguro que de lo que sí se acuerda  es de Pernambuco, también en Brasil, ésta más al norte). Luego, antes de Porto Alegre, viene otro lago, que, a pesar de su tamaño, los brasileños le dicen Laguna de los Patos. Y en un pispás estamos en São Paulo y en Río. En el mapa vemos un poco de Perú (Arequipa), Bolivia, Paraguay, Chile, Argentina, Brasil y Uruguay; el puntito azul se llama JC.




Punta del Diablo es una ciudad “hippie”, como uno imagina la Ibiza de los 60. Lo notas nada más bajar del autobús por todos los jóvenes mochileros medio tirados.  Además, toda guía que se precie dice que éste es uno de los lugares  que hay que visitar.  Lo que no dicen son todas las razones. Me explico. 


A la salida de la terminal hay una carretera bastante aparente que es por donde el celular dice que hay que ir. Empiezas a andar, coche va coche viene, puestos variados a los lados, de vez en cuando una casa baja (“no hay lugar”, avisa) y desolación. Me faltan casi 2 kms de carretera para llegar a “la zona cero” y recuerdo que también estoy aquí porque a un seguidor comprometido se le ocurrió informarme de que aquí “había casas de diseño arquitectónico curioso “. Desde luego, no al lado de la carretera, eso está claro. Así que sigo mi criterio de “en una bifurcación coger el camino contrario al que te dice el sentido común” y me adentro por un laberinto de calles sin asfaltar en las que de repente veo una casa que me dice algo y la fotografío; con poca convicción porque no veo sino un algo de atrevimiento, un mucho de colorines y bastante de cochambre. Pero algo debe de haber si ese sabelotodo seguidor lo ha dicho. Escéptico pero confiado sigo sacando fotografías hasta que llego a la playa de las viudas. Me hacen una foto (cómo no, parejita con hijo en Alicante en el sector de la gastronomía, cómo no).



Al fondo, playa de las viudas, quien sabe el porqué


El sol aprieta y yo, con mi característica insensatez para estas cosas, decido adentrarme por donde nadie lo haría, mucho menos con este bochorno y justo a mediodía. Pero merece la pena. Aunque no es verdad que “una imagen vale más que mil palabras” (y mucho menos si la imagen la he tomado yo), ahí va, un album fotográfico: entrada 15, Punta del Diablo 2. Juzgue el lector.


El lugar es único. Me sorprende que nadie diga algo de la arquitectura; ni las guías, ni la información en web, ni siquiera el amigo S, el que me habló de La Paloma y que me dio buenas ideas para continuar mi viaje, él mismo habló del tipismo del lugar (Ibiza años 60) pero nada más. Así que todo se lo debo a mi soplón; sin su comentario yo nunca habría reparado en el encanto arquitectónico de la ciudad (porque además hay que buscarlo). Sin la confidencia, mi paso por Punta del Diablo habría sido, como en tantas ocasiones, como el de una maleta (mi padre dixit).


Un inciso para hablar del viaje, de las vistas desde el autobús (como siempre, un buen autobús). Los más de cien kilómetros que me separan de La Paloma vistos desde mi asiento no son sino verdes inmensas llanuras con solo árboles salteados por la mañana y bien surtidos de ganado (principalmente vacas) por la tarde. No he podido preguntarlas el porqué, imagino que por el calor. Es un gran desierto, pero en verde y con bichitos; todo Uruguay es así. Al final de este artículo adjunto unas cuantas fotos que dan idea de lo que digo (o se lo imaginan).




Sigamos con el diablo. No han parado aquí las sorpresas. Quizá en los 60 se podía encontrar una librería en Ibiza al lado del típico puestecillo jipi, no lo sé. Hoy en día, en una ciudad playera española de cien o doscientos mil habitantes es prácticamente imposible, sé lo que digo.  Y ni en diez poblaciones seguidas, sea en el este mediterráneo sea en el sur. Y mucho menos quitando el puesto a una tienda de zapatillas, de fundas de móviles o a un chiringuito de rabas al lado del mar (dejemos la posibilidad de que haya un algo en la plaza del pueblo). Pues bien, milagro milagro, ahí va entre las fotos de Punta del Diablo una muy culta. 











Librería a las 23:00

Esto me recuerda que en La Paloma, cuando llegué, mochila al hombro camino del hotel, creí alucinar cuando entre heladería y tienda de gorras, había, tachán tachán, una librería como dios manda. No contento con ello, la librera me dice que cerca hay otra. Allí fui ayer noche (sí, a las 11, cierran tarde, había gente, y comprando, comprando de veras). Ethy nació es Israel y es, en palabras suyas,  una judía atea. Hace como 15 o 20 años que llegado diciembre abre el local y a primeros de marzo lo vacía. Increíble. Me dijo que se pensaría la idea de abrir un puesto (franquicia?) en la costa española. No sabe lo que dice. 

Ethy, primer uruguayo con quien me cruzo que ni es hijo ni nieto ni bisnieto de españoles ni tiene apellidos italianos ni primos en Sicilia. 

Atea tenía que ser.     


Antes de despedirme ahí queda un enlace que una de mis seguidoras más activas (con la ayuda de otra seguidora en la sombra) me ha enviado. Es sobre las diferencias entre tango,  milonga y vals.    Tango, milonga o vals


























18 comentarios:

  1. Ci provo: Spiaggia “de la viudas”, perché il mare si mangia i mariti! 😇… mi piace quello che ci stai facendo visitare (come ha detto un’altra persona qui nel blog, questo viaggio è economico per noi 😉, sicuramente meno esperienziale rispetto al tuo 😅)… insomma da qui, solo -sana- invidia! Buon proseguimento!! Baci (baci e non bachi 😅)

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    1. Pues buena explicación a “Playa de las viudas”¡ Bravo!

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    2. Cada día echo más en falta una palabra que exprese el concepto de "sana envidia"; envidiar esta bien (si no conlleva malos deseos para el envidiado y sí conlleva deseos de superación)

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  2. https://www.infocasas.com.uy/destinos/localidades/playa-de-la-viuda.html#:~:text=Historia,y%20poco%20m%C3%A1s%20se%20sabe.
    (La mia ipotesi non era giusta!) 😘

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  3. Primo, esta mañana he bajado a la librería del pueblo, al lado de casa, le había mandado por wassap un mapa de Uruguay y ya lo tenía impreso ( modernitos en Polop), así que me he sentado a señalar en mi mapa tus itinerarios y ya te tengo localizado.
    A propósito de lo que dices de las librerías, Lucas ( el joven dueño de ésta) dejó su trabajo en una empresa porque quería tener una librería y aquí la tiene, de vez en cuando hacen cuentacuentos para los pequeños polopinos.
    Bonitos paisajes, me gusta lo que cuentas y tus reflexiones.

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    1. Con pocos más llenamos el litoral de librerías🤣

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  4. Oye que no encuentro la entrada 15, Punta del Diablo 2... me voy al cine y me quedo con ganas de ver las fotos.

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  5. ¡Ayyy, qué tarde me engancho a tu viaje a Uruguay , primo! Pero ya me he puesto al día, todo leído. Me toca conocer un poquito de ese país a través de tus ojos y percepciones, no me queda otra 😜, .. pero gracias.
    Escucho la palabra "tango" y me.viene a la memoria "Adiós muchachos, compañeros de la vida..." interpretado por mí tío Antonio, por supuesto. A pleno pulmón me lo cantaba mientras yo intentaba seguirle al piano. Conseguí la partitura tiempo después. Me encaaaanta tocarlo de vez en cuando.
    ¡Oye! Disfruta del viaje, ¿eh? ¿Lo estás haciendo? Un abracito

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    1. Vaya, vaya,Juancar, tienes más de una prima que te sigue…Marga, a ver si adivinas quíen es esta…
      Tú también traes a nuestras memorias al tío Antonio,¡cómo no!
      Inolvidable.

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    2. Ya te echaba en falta. Ya sé que mejor Chile, esta vez tocaba 🇺🇾

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  6. ¿Has echado cuenta de los kilómetros que llevas en autocar y los que llevas andados?
    Tienes que acabar con más hambre que un jabato y con los muslos de un saltamontes.
    Preciosas las fotos.
    ¿Qué tenían en la librería?

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    1. Muchas horas de autobús, cierto, pero son gratificantes. Andar mucho, que lo ando y no lo mido, ayuda a dormir bien, caes rendido.

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  7. Es el capítulo que más me ha gustado. Lo he entendido fácilmente y, además, tiene muchos “santos”.
    Tiene buena pinta esa Ibiza.

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