jueves, 29 de febrero de 2024

Hierve el Agua

 En Oaxaca el miércoles es el día sin puestos ambulantes. Nadie que no conozca estas ciudades puede imaginar lo que eso significa. La ciudad lo tiene que agradecer, un día para que respire. Y a los propios vendedores les tiene que venir de maravilla. Delia Abigail me dijo que ese día toca “lavandera”. Esto de los “días sin” es un buen invento. Tomen nota otros ayuntamientos.

Lo malo es que cuando a las 7:15 he querido tomarme mi zumito rico el puesto no estaba puesto. A las 7:45 venían a recogerme. Tocaba tour. No soy muy amigo de los tours pero me salió bien el del Cañón y pensé que “otro día sin” en el que te lo dan todo hecho estaría bien. Y así ha sido. Hasta las 19:00 que me han devuelto al hotel.

Un magnífico minibus. Somos quince: franceses, colombianos, belga, canadienses, irlandesa, escocés… Y llevamos un guía que nos explica todo en inglés y español. Son 400 pesos (aparte boletos de entrada a los sitios), 22 euracos. Recorremos el valle de Tlacolula.



Money soon

Al poco paramos en Santa María del Tule. !Para ver un árbol! Dicen que su circunferencia es la mayor del mundo, 58 metros. Tiene 2000 años. Es una sabina. Pagas 20 pesos por entrar al recinto que lo encierra y se entiende: hay que entrar para apreciarlo. Una foto, solo para dar envidia a los que no lo hayan visto al natural.




La segunda parada es en un taller textil. En principio no me atraen estas cosas pero como tantas veces en la vida, cuando se hacen bien uno se tiene que ceder ante las evidencias.  



Estamos en  Teotitlán del Valle. Familias enteras que se dedican al proceso textil íntegro. Por ser precisos, la lana la compran, aquí no hay corderos. También compran alguno de los materiales para colorantes, como el índigo. Pero el resto lo hacen ellos. Cardan la lana, preparan los colorantes (una variedad preciosa), tiñen la lana, la refinan con la rueca y la tejen en telares de los de toda la vida. En el lugar en el que estamos trabajan hasta 39 miembros de una misma familia. Cuando uno teje teje toda la pieza, él solo es el artista, nadie más mete mano. Y no hay patrones, el dibujo lo tiene en la cabeza. Una maravilla.


Curiosidad: el colorante estrella en esta zona es la cochinilla. Nos cuentan que en el siglo XVI

 era el tercer producto más exportado a Europa después del oro y la plata.




La rueca



El telar

Y el producto final



























“Si nos ponemos chingones nos vamos bien pedo de aquí”. Así nos reciben en una fábrica de mezcal. Al aire libre, con un horno  enorme tapado por tierra en el que se seca el agave (la planta con la que se hace el mezcal, también llamada maguey), con un molino movido con “caballos” en el que a continuación se muele el agave; por último el destilador, también “de última generación”. El producto final, especialmente cuando, como el que me llevo para España, tiene unos añitos de envejecimiento, está bueno de verdad. Aprovecho para invitar a mis seguidores a probarlo. Unos que yo me sé lo probarán el fin de semana del 14 de marzo. Me ocuparé de que solo beban los que me hayan leído, sobre todo porque la botella es pequeñita (ya se sabe, la mochila) y tiene que llegar para otros...



El horno


El molino

La destilación

















¿En qué difieren el mezcal del tequila? La materia prima del tequila es el agave azul y el 80% se produce en Jalisco.  Mezcal, D.O. estado de Oaxaca, agaves diversos, el más extendido espadín. El tequila se bebe “a shots”, el mezcal de a poquito; fundamental. Recuerdo por último: el agave es una planta, también la hay silvestre, no tiene un ciclo vital como las vides. No se recolecta en época de lluvia, nada más.


En Xoxo me dijo un taxista: “Para todo mal mezcal y para todo bien también”. El tema del alcohol es igual vayas donde vayas.


En fin, ya es hora de que hable de mis amigos de la foto con la que he abierto esta entrada. Son Fran y Collin. Fran es irlandesa aunque de pequeña “me la llevaron” a Candem Town, volvió a Irlanda y otra vez a Londres, donde ha trabajado toda su vida como enfermera. Collin nació en Escocia, a los tres años a Londres y por ahí ha vivido, mal que le pese, de las comunicaciones y la informática….Hasta que lo dejaron, a los cincuenta y poco, y se fueron a vivir a Brighton, hora y media de tren a Londres. El humor de Collin es escocés, lo heredó de su padre y punto. Fran es pura “irish londoner”, que es una mezcla genial. 

Llegaron el pasado 20 de noviembre a un país de Centroamérica, no recuerdo cual. Han recorrido todos: Panamá, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Belice y ahora sur de México. Me han hablado de todos ellos. Un placer.

Nos hicimos amigos rápidamente. Tienen mi blog, yo tengo los suyos. Tengo su dirección, ellos la mía. Quedamos en vernos al día siguiente para despedirnos con un mezcal (yo agua con gas, triste de mi, además se me cae). Ellos siguen camino a Chiapas y Yucatán. Hasta el 20 de marzo que se vuelven a Brighton.


Entre mezcal, agua con gas y cerveza (qué otra cosa podía beber un escocés, whisky quizás) me han contado cómo llevan sus libros de viaje, en una aplicación, Polarsteps, que para mi ha sido un descubrimiento. En alguno de mis próximos viajes la empezaré a usar, ya me la he descargado. Las dudas que tenga me las resolverá el informático, me lo ha prometido; y no me va a cobrar, que esa fama de los escoceses es falsa… 

Nos vemos pronto amigos.





Seguimos camino, a comer cerca del complejo religioso xapoteco de Mitla; bufet contra el que nos rebelamos mis nuevos amigos y yo. Nosotros a la cervecita y a repartir dos manzanas que le quedan a Fran. Ya cenaremos. Mitla es otro descubrimiento. Básicamente solo son las ruinas de un palacio que ha resistido más de un terremoto (piedras ensambladas es la clave, maravillosamente ensambladas). Como suele ser habitual en este blog no se espere que las fotos le transporten a uno  hasta el palacio. El que quiera verlo que venga.






Hablemos del título, el lector estará mosqueado. A eso de las 3 llegamos a “Hierve el Agua”. Sí, sí, es un lugar. Y además el agua no hierve, más bien está muy fría. Le han puesto este nombre tan bonito porque el agua brota de la tierra y muestra unas pequeñas burbujas al salir, como de agua hirviendo. Díganme ustedes si la gente no tiene imaginación. Y aquí viene lo mejor: el verdadero atractivo del lugar no es nada de esto, son unas cataratas petrificadas. Laurent y yo nos acercamos hasta el pie de la principal (una pequeña paliza), hicimos fotos pero mejor nos olvidamos, Échese un vistazo en internet. Laurent es belga, acaba de terminar la especialidad de medicina (generalista), vino a ver a su novia oaxaqueña hace cuatro meses y aquí sigue; ella ahora está en Bruselas, esperando. No hemos parado de hablar, escaleras arriba y escaleras abajo, lo primero que me ha dicho, no te caigas que no quiero trabajar. Ahí empezamos con la medicina y continuamos mientras nos damos un baño riquísimo. Un tío majo Laurant; Fran y Collin prefirieron baño y solo baño.



No se aprecia

El baño sí se apreció




Y nada más por hoy. Si este fue un día relajado para mi espero que también lo haya sido para los lectores.












miércoles, 28 de febrero de 2024

Xoxo

Pronúnciese jojo. El lugar se llama Santa Cruz de Xococotlán. Tiene un cementerio (panteón dicen aquí) que el día de los muertos debe ser un verdadero espectáculo. Ayer fui a Jojo por otro motivo, porque celebraban el “martes de brujas”, lo hacen todos los martes de cuaresma. No es sino una verbena con su orquesta, sus atracciones, puestos de comida y gente, mucha gente. 

Saliendo todo guapito del hotel Dainzú

Me acerqué en camión (autobús municipal). Tuve la suerte de encontrarme con una de las empleadas del hotel, Marta. El camino se hizo entretenido, hablamos un poco de todo; el tráfico, congestionado, ayudó a que la charla se dilatase. 

Sube un turista (se nos distingue a kilómetro) y con la prepotencia que nos caracteriza, se movió a lo largo de todo el camión, avasallador.  Un detalle: se puso la mochila por delante. Yo me pregunto, qué llevarán, yo sé lo que suelo llevar en  mi mochila: agua, una guía, algo de comer y otras cosas sin importancia, nunca el pasaporte, rara vez dinero o tarjetas (eso lo suelo llevar más pegadito). No había necesidad. No nos damos cuenta de la desconfianza que transmitimos. En el metro de Londres, pues vale, en la Gran Vía de Madrid, puede ser….pero en este autobús, como en tantas y tantas ocasiones, no tiene sentido. Siento un poco de vergüenza ajena (y propia cuando hago cosas similares)



La feria en Xoxo


Marta, entretanto, me habla de cómo son los mexicanos: nobles, calurosos, dice. Lo comparto.

Ella sigue camino de su pueblo, me deja a dos cuadras de la verbena.

La estrella del lugar es el tamal. Me cuentan de qué va. Como no sirven cerveza, pregunto si me puedo traer una lata. Sí. Me acerco a un abarrote (tienda de comestibles, qué bonito) y luego me pido un tamal de chichillo, especialidad de Xoxo. No sé por dónde empezar. La mesera (camarera) me ayuda: es que esto tiene su chiste Don (digamos, señor), me dice; y me explica cómo hacer. Rico, muy rico. La clave, como siempre, el chile, este es especial de Xoxo. El centro de la fiesta son las tamaleras.



Las tamaleras



Tamal antes del chiste
Comiento el tamal 

 


Necesito azucar, en un puesteclllo me ofrecen una manzana dulce….con mil sacramentos (ahí van unas fotos de lo que fueron poniendo a la manzanita). No pude con ella.



Antes de 

Comenzamos

Seguimos

Y seguimos

Ya casi

!Listo!



Si para nosotros es difícil adaptarnos a esta comida tan, digamos, colorida, no me imagino lo que será para ellos cuando llegan a Europa y buscan tamales, tortillas, mole, chile, chile, chile…tienen que pasarlo mal, muy mal.

Una nota de color: la persona que presenta a la orquesta da entrada a las autoridades del lugar, que digan dos palabritas. Así empieza su discurso: "gracias a nuestras autoridades, muchas gracias, pero permitan que pida un primer aplauso para el que año tras año posibilita que se celebre estos martes de brujas…" y ni corto ni perezoso pide un primer aplauso para Dios. Como lo cuento. La orquesta me llena los oídos de deliciosos boleros, yo, que me los sé todos, disfruto como un niño, como cuando lo era…


La policía abarrota (nada que ver con abarrote, creo) la feria. Ya se sabe, en estos sitios, en estas ciudades, la seguridad es lo primero, llenan los lugares de policías que no hacen nada, que más bien causan incomodidad y clara sensación de inseguridad. No tengo fotos pero la cantidad de policías municipales, nacionales, con metralleta, sin ella , con porra  etc es realmente llamativa. Supongo que es difícil gestionar el tema de la seguridad, mejor dicho, estoy seguro. Pero crear psicosis de inseguridad no ayuda. Y las frases hechas, que todos repetimos una y otra vez, tampoco ayudan. El eco de esas frases van de uno a otro, ahora no solo a través de la televisión o el cine, también de las redes sociales….y del boca a boca…Se debería hacer un esfuerzo por no repetir las cosas sin pensar lo que decimos, hacemos que la alarma se expanda sin justificación. No ayuda.


Ya son las nueve y me vuelvo para Oaxaca, a tomarme un café “comme il faut”.



“De mis pensamientos voy a mis pensamientos vengo” 

(porque para estar conmigo, con mis pensamientos tengo).


Son muchas horas en soledad, dándole al coco. Y al viajar veo tanta gente diferente que no dejo de maravillarme de cómo son las cosas en este mundo para los seres que le habitamos. 

Imaginemos nueve mil millones de objetos similares (una forma geométrica por ejemplo) pero 

ninguno igual al otro. Ahora pensemos que hablo de seres humanos (valen otros animales), todos tenemos una morfología similar (más o menos altos, más o menos rubios, gordos, feos, bellos etc) pero todos diferentes. Cada uno se diferencia del de al lado por no sé muy bien qué, pero se diferencia. Me gusta pensar que yo soy solo yo, no hay más JCM con mis genes. Las ideas de mismidad y otredad me maravillan. Me gusta pensar en mi como  ser individual, que nadie piensa igual que yo, que yo actúo de forma distinta a cualquier otro, que yo soy yo. 

Y me gusta saber que a cada uno de los seres humanos que me encuentro en mis viajes les pasa exactamente lo mismo. Tienen sus ideas, solo suyas, sus inquietudes, solo suyas, sus gustos, solo suyos, sus amigos, solo suyos, sus amores, solo suyos. 

Qué bien pensado está todo esto.


Juan Muñoz, en el Reina Sofía