jueves, 22 de febrero de 2024

Vámonos a Chiapas

 El autobús sale a las 11. Tengo tiempo para visitar el Museo de Arquitectura Maya. Un humilde museo, solo cuatro salas, paredes mal encaladas, suelos resbalosos pero la exposición está cuidada y la gente es muy amable. Dinteles, estelas, mascarones, columnas, estatuillas…y una máscara de jade que es una maravilla. Leo todos los carteles, quiero saber más sobre los mayas. Encuentro grandes similitudes con lo que conozco del antiguo Egipto. En los ritos funerarios, en las escrituras jeroglíficas, en la espiritualidad de unos y de otros. ¿No serían los mayas los que cruzaron el estrecho de Bering y no al revés, como dice la historia?









El café es un artículo de lujo por aquí. Difícil encontrar un buen café. Antes de ir a la estación tentado estuve de acercarme a un Starbucks alejado del centro. Tales eran mis ganas. La suerte quiso que encontrase la única cafetería “italiana” dentro de las murallas de Campeche. El capuchino 4€. 



Una curiosidad. Limpiabotas a tope,
en el mercado, en el zócalo...
Y yo con sandalias.



Son cinco horas de viaje. Aprovecho para leer y tomar algunas notas. Como viajo entre 11 y 5 me toca comer a base de sándwich (mexicano, claro) pastas, cacahuetes y pipas de calabaza (Hay que ver lo que se usan aquí las pipas de calabaza). “Limpiaremos” un poco el estómago. La comida Mexicana es potente. Me cuesta acostumbrarme. Y es difícil encontrar alternativas, “comida plana” como yo digo. Por hacerse una idea: mientras escribo esto pienso que la hoy cenaré en un Burger King en Palenque. He comido lo que llaman carnitas (carne cochinita picada), tacos; las salsas riquísimas (la verde especialmente), pero todavía la tengo en la boca y han pasado siete horas. Y si no son tacos son totopos (nachos) o chiles, fajas, enchiladas, mole, tortillitas, guacamaya…y maiz, siempre maiz… y queso, mucho queso.

Ingredientes de la salsa verde: tomate verde, aguacate, cilantro y chile, batidora y punto.


Mi destino, no lo he dicho, es Palenque. Un pueblo pequeño pero con movimiento;  las ruinas a escasamente 7 kilómetros. Hay quien viene a visitarlas desde San Cristobal de las Casas y se vuelven por la noche a casa (jaja). 18 horas, hay que estar locos. Yo hago noche en Palenque, ya visitaré San Cristobal un día de estos.


Y vale por hoy. Para aquellos que quieren marcha inauguro sección: monográficos. Veremos fotos de galeones y otras curiosidades marineras. Es algo por lo que nunca he sentido interés especial pero una exposición en la biblioteca de Campeche en la que se presenta una maqueta maravillosa de un galeón, me encandiló. Aquí también me leí todo. Animo a que se vean las fotos y los textos con detalle y con tranquilidad, ya sé que se puede ver mejor calidad en los reportajes de Netflix o en Youtube. Pero esto es genuino. Que lo disfruten.




Ante todo, situémonos...

















1 comentario:

  1. Cuando leo esto ya estás en Palenque (los nombrecitos se las traen). Por lo que escribes te estás empapando y encantado la cultura maya... ya tenemos libros para los próximos regalos...

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