Como he de volver a Cancún he decidido ponerme en movimiento hacia occidente hoy mismo. He comprado un billete de autobús para Valladolid, camino de Mérida, Así podré visitar el yacimiento de Chitchen Itza un día de diario, el viernes. Antes de dejar cancún he querido ver el mar el mar caribe. He paseado por las blancas arenas de playa Langosta. Dejo para mis últimos días el chapuzón en las aguas caribeñas.
Y aquí estoy, escribiendo estas líneas en Valladolid, en un coqueto hotel de siete habitaciones, casi todas desocupadas. Como si ayer no hubiese sido suficientemente largo (24 horas de pie), me he encontrado con una hora de regalo. Sucede que el huso horario es aquí diferente. Al parecer Cancún y costa caribeña son la excepción, en el resto del país la diferencia horaria con Europa es de siete horas. Aquí iba un video, pero no puedo cargarlo. Habrá que hacerse una idea del hotelito con solo una foto.
La 4 mi habitación |

Valladolid es una ciudad colonial, tranquila, pequeña, poco iluminada, de casas todas bajas, no más de dos pisos. Toda ella. Y con una incomprensible denominación de las calles. Ríete ahora de Nueva York. Véase el plano (parcial) y que alguien me explique cuáles han sido los criterios; yo he preguntado y han intentado explicármelo, sigo sin entenderlo. Al parecer me encontraré lo mismo en otras ciudades.
Anochece pronto, a las 6, una pena. Pero he podido visitar la ajetreada ciudad que es pura vida. El zócalo, la plaza mayor, es única. A ver si el video que adjunto transmite lo que digo. Cuando me acercaba a ella creí que lo que oía eran altavoces, pero no, eran pájaros, supongo que miles. Y la plaza una delicia provinciana. No puedo cargar vídeos y no encuentro uno en el que se aprecie lo que cuento, así que hay va otro en el que se aprecia el zócalo (pero de día, sin cantos de aves, una pena) y la ciudad
https://www.youtube.com/watch?v=cKb8wbf69pY
He cenado vegetariano, había que compensar lo desayunado. He cerrado el día con un espectáculo de luz y sonido en una enorme plaza a la que se llega con linterna (literalmente), andando por medio de calles solitarias pero en las que lo último que se siente es miedo. Ya lo he dicho, una ciudad pacífica.
El zumo de melón en Valladolid apetecible, pero el plano ese imposible entenderlo. Por cierto, no sé si has subido videos pero pone que no están disponibles, pena porque seguro que aportarían...
ResponderEliminar