Pronúnciese jojo. El lugar se llama Santa Cruz de Xococotlán. Tiene un cementerio (panteón dicen aquí) que el día de los muertos debe ser un verdadero espectáculo. Ayer fui a Jojo por otro motivo, porque celebraban el “martes de brujas”, lo hacen todos los martes de cuaresma. No es sino una verbena con su orquesta, sus atracciones, puestos de comida y gente, mucha gente.
Saliendo todo guapito del hotel Dainzú |
Me acerqué en camión (autobús municipal). Tuve la suerte de encontrarme con una de las empleadas del hotel, Marta. El camino se hizo entretenido, hablamos un poco de todo; el tráfico, congestionado, ayudó a que la charla se dilatase.
Sube un turista (se nos distingue a kilómetro) y con la prepotencia que nos caracteriza, se movió a lo largo de todo el camión, avasallador. Un detalle: se puso la mochila por delante. Yo me pregunto, qué llevarán, yo sé lo que suelo llevar en mi mochila: agua, una guía, algo de comer y otras cosas sin importancia, nunca el pasaporte, rara vez dinero o tarjetas (eso lo suelo llevar más pegadito). No había necesidad. No nos damos cuenta de la desconfianza que transmitimos. En el metro de Londres, pues vale, en la Gran Vía de Madrid, puede ser….pero en este autobús, como en tantas y tantas ocasiones, no tiene sentido. Siento un poco de vergüenza ajena (y propia cuando hago cosas similares)
La feria en Xoxo |
Marta, entretanto, me habla de cómo son los mexicanos: nobles, calurosos, dice. Lo comparto.
Ella sigue camino de su pueblo, me deja a dos cuadras de la verbena.
La estrella del lugar es el tamal. Me cuentan de qué va. Como no sirven cerveza, pregunto si me puedo traer una lata. Sí. Me acerco a un abarrote (tienda de comestibles, qué bonito) y luego me pido un tamal de chichillo, especialidad de Xoxo. No sé por dónde empezar. La mesera (camarera) me ayuda: es que esto tiene su chiste Don (digamos, señor), me dice; y me explica cómo hacer. Rico, muy rico. La clave, como siempre, el chile, este es especial de Xoxo. El centro de la fiesta son las tamaleras.
Las tamaleras |
Tamal antes del chiste |
Comiento el tamal |
Necesito azucar, en un puesteclllo me ofrecen una manzana dulce….con mil sacramentos (ahí van unas fotos de lo que fueron poniendo a la manzanita). No pude con ella.
Antes de |
Comenzamos |
Seguimos |
Y seguimos |
Ya casi |
!Listo! |
Si para nosotros es difícil adaptarnos a esta comida tan, digamos, colorida, no me imagino lo que será para ellos cuando llegan a Europa y buscan tamales, tortillas, mole, chile, chile, chile…tienen que pasarlo mal, muy mal.
Una nota de color: la persona que presenta a la orquesta da entrada a las autoridades del lugar, que digan dos palabritas. Así empieza su discurso: "gracias a nuestras autoridades, muchas gracias, pero permitan que pida un primer aplauso para el que año tras año posibilita que se celebre estos martes de brujas…" y ni corto ni perezoso pide un primer aplauso para Dios. Como lo cuento. La orquesta me llena los oídos de deliciosos boleros, yo, que me los sé todos, disfruto como un niño, como cuando lo era…
La policía abarrota (nada que ver con abarrote, creo) la feria. Ya se sabe, en estos sitios, en estas ciudades, la seguridad es lo primero, llenan los lugares de policías que no hacen nada, que más bien causan incomodidad y clara sensación de inseguridad. No tengo fotos pero la cantidad de policías municipales, nacionales, con metralleta, sin ella , con porra etc es realmente llamativa. Supongo que es difícil gestionar el tema de la seguridad, mejor dicho, estoy seguro. Pero crear psicosis de inseguridad no ayuda. Y las frases hechas, que todos repetimos una y otra vez, tampoco ayudan. El eco de esas frases van de uno a otro, ahora no solo a través de la televisión o el cine, también de las redes sociales….y del boca a boca…Se debería hacer un esfuerzo por no repetir las cosas sin pensar lo que decimos, hacemos que la alarma se expanda sin justificación. No ayuda.
Ya son las nueve y me vuelvo para Oaxaca, a tomarme un café “comme il faut”.
“De mis pensamientos voy a mis pensamientos vengo”
(porque para estar conmigo, con mis pensamientos tengo).
Son muchas horas en soledad, dándole al coco. Y al viajar veo tanta gente diferente que no dejo de maravillarme de cómo son las cosas en este mundo para los seres que le habitamos.
Imaginemos nueve mil millones de objetos similares (una forma geométrica por ejemplo) pero
ninguno igual al otro. Ahora pensemos que hablo de seres humanos (valen otros animales), todos tenemos una morfología similar (más o menos altos, más o menos rubios, gordos, feos, bellos etc) pero todos diferentes. Cada uno se diferencia del de al lado por no sé muy bien qué, pero se diferencia. Me gusta pensar que yo soy solo yo, no hay más JCM con mis genes. Las ideas de mismidad y otredad me maravillan. Me gusta pensar en mi como ser individual, que nadie piensa igual que yo, que yo actúo de forma distinta a cualquier otro, que yo soy yo.
Y me gusta saber que a cada uno de los seres humanos que me encuentro en mis viajes les pasa exactamente lo mismo. Tienen sus ideas, solo suyas, sus inquietudes, solo suyas, sus gustos, solo suyos, sus amigos, solo suyos, sus amores, solo suyos.
Qué bien pensado está todo esto.
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Juan Muñoz, en el Reina Sofía |
Te leo con ganas , a ver dónde estás, qué comes, con quien hablas. Todo un placer seguirte.
ResponderEliminarPor cierto al leer lo del que se coloca la mochila por delante al subir al autobús he recordado que aquí en Valladolid en los buses urbanos está prohibido llevar la mochila a la espalda para no dar a pasajeros por descuido...
Tienes razón, no me di cuenta pero lo mismo pasa en museos etc. por los riesgos asociados. Habrá que matizar la cosa.
EliminarIndi ,👏👏👏👏
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