Parece que al final sí que voy a picar de carnaval. Me acaban de enviar entrada para el martes 25, en Montevideo (cambio de la que perdí por lluvia). También tengo localizado un local de tangos, he hablado con ellos y solo hay baile, pero todo de andará; a ver si encuentro algo de cante para lunes o martes.
Son las 10 de la noche, en una hora cojo un autobús que me lleva a la otra punta, a Maldonado (Punta del Este para los profanos). Supongo que la temperatura no mejorará (hoy he tenido un día infernal de calor) pero al menos tendré el mar; bueno, el río, pero es vaya río: cuando se junta al Atlántico tiene una anchura de 219 kms, casi ná. Una seguidora fiel me dijo que buscase el café por otros lares, cerca del mar, y eso he hecho. He reservado hotel en un pueblo, La Paloma, que me aconsejó el amigo S (el de Tacuarembó), me dijo que allí queda algo de puro Uruguay. Veremos.
Y hablando de puro y no puro, ayer empecé a ver la película sobre la que una seguidora hizo un comentario hace unos días, La estrella azul, y reparé en algo obvio y que de alguna manera apuntaba en la entrada de ayer: por aquí no se ven indígenas. Es el primer país de Iberoamérica en el que me ha sucedido (he leído que lo mismo pasa en Costa Rica). Parece que una gran mayoría son de origen europeo, el poco mestizaje que se haya podido producir se ha diluido. Y es en todos los sitios que he visitado no he apreciado signos de indigenismo. No era consciente, creí que me sucedería como en Argentina donde una cosa es Buenos Aires (el París americano dicen…dicen ellos) y los otros argentinos son otros… (así se ve en La estrella azul; y se dice). En carretera tengo previsto ver el resto de la película, a ver si descubro algo nuevo.
Siento de veras no tener contacto en este viaje con esa otra parte de habitantes iberoamericanos que son el contrapeso “de los que vinimos” desde el otro lado del océano y que le da una riqueza sin igual a todo este continente. Esperemos que algún día sean más dueños de su destino que lo que son hoy porque el poder, también por aquí, sigue siendo blanquito.
Pues bien, E me habló de un hotel en Salto al que merecía la pena ir, bien entendido que era un poco (pocomucho) viejo y otro poco (pocomucho) cutre (no fue esta la palabra pero queda que ni pintada). Que al alojarme podría ver una habitación en la que estuvo Gardel y que han convertido en museo. No me atreví con la reserva, voy de mochilero pero pijo, tengo un punto. Es el Gran Hotel Concordia, por nombre que no quede. Justo a cincuenta metros de mi hotel (Eldorado, que no sea por nombres), se encuentra el del museo y al pasar por la puerta me he reafirmado en mi decisión. Como en la oficina de turismo me han dicho que el museo se podía visitar sin problemas, he vuelto una y otra vez al hotel (siempre estaba cerrado; adjunto foto del cartel indicador, mirad con atención: en el timbre hay un cartelito de no funciona) hasta que a media tarde, por pura casualidad salía un cliente y me ha animado a entrar; es otro mundo al margen de la calle, me ha dicho. Y era verdad, ahí van unas fotos de los patios del hotel, decadente donde los haya pero magníficos. Ha merecido la pena. El museo habrá que dejarlo para otra ocasión, estaba cerrado, Gardel a la puerta lo custodiaba.
Atentos al timbre |
Un patio precioso. Pena de fotógrafo |
Pare che il tuo viaggio sia ricco di incontri e scoperte. Mi ha affascinato il racconto sul “margine”: che bel modo di chiamare una zona di frontiera. Allora sono andata a vedere anche i link e devo dire che che la mescolanza tra spagnolo e portoghese è ben comprensibile anche per me, anche se in alcuni momenti l’impressione è di essere in lavatrice 😃😃.
ResponderEliminarLe foto ci rendono più chiaro il tuo viaggio e suscitano la voglia di visitare: beata pensione!
Ma chi è il personaggio che si vede in tante foto? Forse un JC ? 😀
Un abbraccio e buon cammino.
Te veo aprendiendo portugués
Eliminar(A proposito delle foto: qualche volta sarebbe carino vedere che ci sorridi)
ResponderEliminarTomo nota. Ya me dirás si se aprecia
EliminarHa merecido la pena colarse en el hotel....patios preciosos, ¿no te has sentado a leer?
ResponderEliminarEntré de mirón…
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